1. El Trino Dios
a. Creemos y proclamamos que hay un solo Dios, vivo y verdadero, que es perfecto en su ser y en sus manifestaciones; Creador, Redentor, Sustentador y Autor de todo bien, presente y activo en su creación; que es soberano sobre todo y que existe eternamente en tres personas distintas; pero de una misma sustancia: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Deut.6:4; 1Cró.29:11; Sal. 104; Mt.5:48; Mat. 28:19; Fil.2:5-6; Jer.10:10.
b. Que las tres personas de la Trinidad obran en consejo perfecto en la Creación, Redención, Juicio y Glorificación.
Is. 48:16-17; Luc. 22:42; Jn. 14:26; Jn. 15:26; Hech.2:33
c. Que el Padre, es una persona de la Trinidad, que vive eternamente en unión con el Hijo y el Espíritu Santo y que es Creador y Señor del Universo; que por amor al mundo envío a su Hijo, Jesucristo para la salvación eterna de los pecadores y la redención plena de la creación, en consejo eterno con el Hijo y con el Espíritu Santo.
Éxodo 6:6-7; Juan 3:16-17, 21; Ro.5:8; Ro. 8:21; Tito 3:5-6; Juan 17:21
d. Que Jesucristo es una persona de la Trinidad, el Eterno Hijo de Dios, verdadero Dios y verdadero hombre, sin pecado; que fue engendrado por el Espíritu Santo en el vientre de una virgen llamada María y que nació como todo ser que viene a este mundo.
Is.9:6; Mt.1:18-23; Juan 1:1,14; Jn. 6:46
e. Que Jesucristo proclamó el Evangelio del Reino de Dios y llevó una vida constante de oración, haciendo señales y prodigios, y que padeció y murió en la cruz en sacrificio propiciatorio por los pecados del mundo como sustituto, de los que creen en Él, siendo el único mediador entre Dios y los hombres.
Is.53:4-6; Mt.4:17 y 23; Mt.26:26-28; Lc.5:15-16; Jn.14:6; 1 Ti.2:5-6
f. Que Jesucristo resucitó al tercer día de entre los muertos, subió al cielo y está sentado a la diestra de Dios Padre y desde allí intercede por los suyos, de donde volverá en forma personal y visible para juzgar a los vivos y a los muertos.
Mt.16:21; Hch.1:9; Hch.2:32-36; Ro.3:24; 2Tes.1:6-10; 2 Ti.4:1
g. Que Jesucristo es Soberano sobre el universo y la historia, y es cabeza y Señor de la Iglesia, la cual es su cuerpo, a la que gobierna y protege.
Sal.110:1; Mt.22:41-45; Mt.28:18-20; Ef.5:29; Col.1:15-20
h. Que el Espíritu Santo, quien procede del Padre y del Hijo, es una persona de la Trinidad, que no es una influencia o fuerza activa de Dios, sino una persona con atributos iguales que el Padre y el Hijo que produce en el pecador la conciencia de pecado y su conversión; que mora en el corazón de los creyentes para siempre, santificándoles y perfeccionándoles; que les reparte sus dones para la edificación y servicio de la iglesia.
Jn. 14:26; Jn. 16:8; Ro.8:16; 1Cor.3:16; 1Co. 12:11-13; He.9:14